La pandemia aceleró muchas tendencias que ya se habían iniciado anteriormente y adelantó en varios años el cambio hacia la digitalización. Sin embargo, no se puede decir lo mismo sobre la industria de viajes. El gasto global en aerolíneas sufrió una caída de $352,000 millones en 2021, devolviendo la industria a niveles no vistos en más de 15 años. Por una parte, la acumulación de ahorros y la demanda reprimida de gastar y aventurarse lejos de casa, así como la luz verde de los gobiernos sobre la re apertura de fronteras, están impulsando notablemente la recuperación de viajes. Sin embargo, es poco probable que dicha recuperación sea lineal, ya que muchos países y rutas de viaje siguen enfrentando desafíos importantes, como la lentitud de las campañas de vacunación, la aparición de nuevas variantes de COVID-19 y la destrucción de negocios y empleos causada por la pandemia.
Aunque muchos viajeros de todo el mundo todavía no pueden viajar a la mayoría de destinos internacionales, cada vez son más los que optan por vuelos nacionales, es decir, dentro de sus propios países. Los volúmenes de reservas en aerolíneas de cobertura nacional indican que la recuperación de los viajes nacionales comenzó en países de América y se está extendiendo a Europa y otras regiones. La demanda de viajes de placer a nivel mundial se manifiesta en la rápida recuperación de los viajes nacionales en EE. UU., el aumento de los viajes a determinadas regiones del Reino Unido, como Devon y Cornwall, en un creciente interés por los safaris en Sudáfrica y en la creciente demanda de vuelos en el corredor Australia-Nueva Zelanda.
Además de esta evidente demanda de viajes, la pandemia contribuyó a que en todo el mundo se acumulase un ahorro extra de 5 billones de dólares. Como la mayoría de fronteras permanecen cerradas y solo están permitidos los viajes esenciales, existe una notable demanda insatisfecha de reservas internacionales. Al mismo tiempo, detectamos claras evidencias de que los consumidores están incrementando rápidamente su gasto en productos tales como artículos de equipaje y productos de belleza, preparándose con entusiasmo para restablecer sus relaciones presenciales.
Al mismo tiempo, si bien existe una demanda reprimida de viajes por parte de los consumidores, también hay un potencial real de escasez de oferta, de pilotos y aviones de larga distancia. Es probable que la recuperación de viajes en todo el mundo se produzca de manera desequilibrada, prolongada y no lineal.
La acumulación de ahorros y la demanda reprimida de gastar y aventurarse lejos de casa, así como la luz verde de los gobiernos sobre la re apertura de fronteras, están impulsando notablemente la recuperación de viajes.
Estos datos y conclusiones fueron sacados de un reporte, desarrollado por el Mastercard Economics Institute, cuarto de la serie Mastercard Recovery Insights. Está basado en datos agregados y anonimizados sobre operaciones de venta de la red Mastercard, junto con datos de terceros y análisis propios del Mastercard Economics Institute. También describe la próxima ola de viajes y los factores que la impulsan, y analiza los balances entre viajes de placer y viajes de negocios, y entre viajes de corta y de larga distancia, así como las categorías de gasto que ven un aumento y lo que indican en el contexto de la recuperación de los viajes.
Principales conclusiones que arroja:
1 – El 20% de los países han recuperado al menos un 90% de los niveles pre pandémicos en vuelos nacionales.
2 – El volumen de viajes de negocios internacionales lleva unos cuatro meses de retraso con respecto a los viajes de placer internacionales en las regiones donde los viajes en general se han ido recuperando.
3 – El gasto en combustible en todo el mundo ha superado el pico máximo del 2019, debido a que los viajes por carretera siguen dominando.
4 – La reapertura de fronteras y la demanda de viajes acumulada han creado mucha atención en diez rutas de viaje interesantes.
5 – Gracias a la acumulación de ahorros personales, algunos consumidores están comprando de todo, desde pelucas y peluquines hasta bicicletas y barcos.
Fuente: Mastercard Economics Institute